
La reunión del máximo representante de los abogados locales con este movimiento antipederastia surgido de la sociedad civil tinerfeña tuvo lugar el pasado lunes, y durante el mismo Medina asumió la demanda de sus interlocutores y expuso su interés en hallar una solución para este tipo de trámites se agilicen en lo posible.
Sea como fuere, dicha solución ha de contar igualmente con el respaldo del Colegio de Procuradores, por cuanto la designación de uno sin el otro no resuelve, evidentemente, la lentitud que se pretende combatir.
En declaraciones a este periódico, uno de los artífices de dicho Frente Cívico, Abel Román, mostró su satisfacción con la buena acogida dispensada por el Colegio de Abogados tinerfeño, en línea con otros estamentos de la Justicia a los que también se han dirigido en aras de aliviar el evidente castigo que supone hoy para la víctima de estos delitos atravesar el via crucis que supone presentar denuncia, no en balde hoy en día estos menores deben repetir hechos traumáticos de enorme trascendencia personal ante, al menos, cinco o seis extraños durante demasiado tiempo.