miércoles, 30 de enero de 2013

En la Gregoriana, se propuso no sólo 'tolerancia cero' sino crear directivas contra la repetición de estos horrores


Por H. Sergio Mora 
CIUDAD DEL VATICANO, 30 de enero de 2013 (Zenit.org) - El director de Centro para la protección de los menores y director del Instituto de Psicología de la Pontificia Universidad Gregoriana, el jesuita Hans Zollner, le entregó hoy a Benedicto XVI un libro que contiene las actas del Simposio Internacional que se realizó hace un año atrás en dicho ateneo, sobre el tema de los abusos a menores por parte de personas del clero y la respuesta de la Iglesia. 

El volumen escrito en alemán fue entregado al papa al concluir la audiencia y los documentos son las actas redactadas en el simposio del 6 al 9 de enero de 2012, titulado “Hacia la curación y la renovación”, que contó con la participación de representantes de 110 conferencias episcopales, generalmente el obispo encargado de los casos de abuso en las respectivas conferencias. 

Participaron además de los superiores generales de más de treinta órdenes religiosas, unas setenta personas expertas en derecho canónico y psiquiatras y psicoterapeutas que trabajan con las víctimas y con los abusadores. 

Las actas del simposio en cambio serán presentadas al público, el próximo 5 de febrero, siempre en la Universidad Gregoriana, así como las actividades del Centro para la Protección de Menores, y el Programa de E-learning que se instaló en Alemania, para prevenir abusos contra menores en la Iglesia y en la sociedad, así como dar la ayuda debida a las víctimas. 

Vale a decir un señal de la estrategia firme y decidida del Vaticano en la lucha contra la pederastia en el interior de la Iglesia. 

En el momento de la entrega del volumen estaba también presente el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, quien participó en dicho simposio. El año pasado durante el mismo, el portavoz vaticano le indicó a ZENIT que la iniciativa, “además de rigor contra el crimen de los abusos a menores, cometidos por personas de la Iglesia, buscará identificar un recorrido que ayude a las víctimas y crear las condiciones para evitar que pecados similares puedan verificarse en el futuro”. 

Y le precisó a ZENIT que en ese momento las conferencias episcopales estaban trabajando “para poner en práctica lo pedido por la circular, es decir, formular sus directivas”. O sea “redactar un documento, pero también ponerlo en práctica. Para ello servirá todo lo que es intercambio de experiencia”. 

Además “de la creación de un centro que seguirá el trabajo del simposio y que permitirá estar en contacto y profundizar, obtener y tener toda la documentación sobre las experiencias que se verifican en los otros países”. 

El padre Lombardi precisó que la Gregoriana realizó el simposio por ser “un gran centro académico con competencia para organizar un tipo de iniciativa como esta, que pide capacidades de tipo moral, jurídico, canonístico, pastoral y psicológico”. Especificó que el convenio fue gestionado por el Instituto de Psicología de la Gregoriana, así como el centro especialista que sigue al mismo. 

Monseñor Charles Scicluna, promotor de Justicia de la Congregación para la Doctrina de la Fe, durante los días del simposio indicó la clara voluntad de extirpar y prevenir esta llaga abierta, porque dijo que “los abusos son un fenómeno muy triste que además de ser pecado es un delito. Y como delito existe la justa jurisdicción del Estado y existe el deber de colaborar con esta jurisdicción penal estatal”. 

El año pasado, hacia la conclusión del simposio se realizaron dos ceremonias: La primera penitencial, en la que está la petición de perdón y la solicitud de reconciliación, presidida por el cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación de los Obispos. Y una eucaristía, una misa concelebrada, presidida por el cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación de la Evangelización de los Pueblos.

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